Durante el embarazo, una de las frases que más escuchas es: disfrútalo que se pasa volando. Como todo en este mundo, cada uno cuenta la feria como le va, a unas se les hace eterno, a otras rápido. Dependiendo del bienestar, la pesadez y el Primperán ingerido.
Cuando nacen, la frase se repite. A veces te sirve como mantra. En esas largas noches de cólicos. En esas otras de despertares cada cinco minutos. O en esos días que te cuestionas en qué momento se te ocurrió que era buena idea convertirte en madre, que también los hay. Y aunque parezcan momentos eternos es cierto que cuando quieres darte cuenta ya tienen un año y saben hacer un montón de cosas.
Y llegados a este punto de inflexión, se produce una extraña situación espacio-tiempo por la que de repente te saltas los meses de dos en dos, o esa sensación tengo yo. Pero también sé qué es lo que está contribuyendo a ello, y es el calendario escolar.
¿Sabéis eso de que nos quejamos porque cada vez ponen los turrones antes? Pues desde que Piticli va al cole tengo esa sensación todo el rato. Empiezan en Septiembre y ya casi a la semana empiezas a recibir circulares, primero de la celebración del otoño. Que este año encima no quiere aparecer, por mucho que los pobres insistan en llevar hojas secas y castañas a la escuela. Pero en chanclas y pantalón corto. Nos falla la ambientación con tanto veroño. Casi sin respirar, como en un tango acelerado recibimos el aviso hallowinero: hay que vaciar y decorar calabazas. Hay una función extra en inglés. Hay que disfrazarles. Y ya sabemos que tras las calabazas viene el cascabeleo navideño.
Si papi Malkóvich lee esto dirá: Pero si tu eres igual, de qué te quejas, si siempre tienes mil planes. Y tiene toda la razón. Que tengo al google calendar con la lengua fuera el pobre. Pero no me quejo de la cantidad de cosas. Sino de la anticipación, que entiendo que hay que planificar pero es que me temo que después de Navidad vamos a hablar del regalo fin de curso de la profe. Y me entran los siete males. Necesitamos pararnos a respirar, aunque sea este aire tan contaminado.
A veces tengo la sensación de que estamos rodeados de hombres grises, si habéis leído Momo sabréis a qué me refiero y que hay unos siniestros seres fumándose nuestro tiempo mientras nosotros corremos de un lado a otro.

Fuente: Bibliobulímica.wordpress.com
De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda el término Slow life, esto no es otra cosa que el «tomarse con calma» las cosas de toda la vida. Y disfrutar de esos momentos. Está claro, no seamos ilusos, que al ritmo de vida que llevamos es muy difícil hacerlo todo el tiempo. Pero haciendo un esfuerzo seguro que encontramos huecos en nuestra vida diaria para llevarlo a cabo y tomarte un café, tranquilamente y saboreándolo, en vez de llevarlo de un lado a otro en un vaso de plástico, por poner un ejemplo. Aunque sea haciéndolo antes de que se levanten todos en casa y empecemos a correr.
Así es imposible seguir el «disfrutad porque pasa volando». Es cierto que el tiempo pasa rápido. Pero es que entre unos y otros pisamos a fondo el acelerador.
Así que:

Fuente: Las tres sillas
33 Comentarios
Sí, que es verdad que vamos con el acelerador puesto todo el rato…voy a intentar poner en práctica el «slow Life», lo conseguiré??jejejeje
Ay, va todo demasiado rápido siempre. Yo, si no me levanto antes que los niños y me tomo ese café humeante yo solita, en el silencio de la mañana, y tranquilamente, ya tengo el día «echao», jajaja. Y de hacer las cosas con anticipación, qué te voy a contar viviendo aquí, que lo planifican todo con meses y meses de antelación! Por cierto, juraría que te había comentado hace días, pero no lo veo, así que repito, jeje. Un beso!
me encanto, me siento tan identificada con tu historia, y concuerdo con lo de slow life, tambien me pasa. la vida de madres es linda y tortura pero finalmente linda 🙂
Gracias por pasarte y comentar
Me encanta el post!! Tienes toda la razón…yo cuando llega septiembre tengo la sensación de que toca tomar aire para según empiece el curso empezar a caer en una espiral de velocidad en cuanto a actividades con nuestros hijos… no tenemos ya suficiente con las cosas propias del cole, que a ello la sumamos extraescolares, actividades en familia, ocio con los amiguitos, fiestas varias entre cumples y fiestas de guardar… da la sensación de que es un no parar hasta que llega de nuevo el verano.
Al ser humano en general le vendría bien lo que tu dices… parar y respirar. Parar y empezar a ver las cosas con perspectiva. Priorizar y disfrutar solo de aquello que de verdad nos aporte. Pero todo con más calma… nos come el tiempo y eso no es vida.
Bufff según crecen encima parece que se va a peor ejejeje, gracias por comentar muaaac
Quizás podamos encontrar un punto intermedio entre vivir a matacaballo y la slow life que se ha puesto de moda ahora… nunca vamos a poder disfrutar de ellos como ahora mismo, porque en realidad solo tenemos el ahora.
A mi a veces me consuela la idea en las malas noches, no te creas… pero por lo bajini tambien deseo que se pasen… en fin, mi bipolaridad natural..
Si, en el medio está la virtud dicen no? 🙂
Yo lo intento, pero es complicado. Las circunstancias mandan y es muy dificil. Eso sí, con el segundo he procurado saborear más los momentos y los hitos y no estar pendiente del siguiente. La etapa bebé se pasa muy rápido.
Si, los segundos vienen con mensaje de : aprovecha que sabes que esto vuela 😉
Me encanta este post!!! Es la segunda vez que entro y me lo he vuelto a leer de Pe a Pa como se suele decir ☺️
Me apunto tu filosofía y es que tienes toda la razón a veces noto que la vida nos arrastra y que pasamos de plan plan, fiesta en fiesta, nos dejamos arrastrar y nos da la sensación de no llegar a nada y que el tiempo vuela, la vida misma!
Por cierto la alusión a Momo y sus hombres grises me encanta. Recuerdo cuando me leí este libro y lo mucho que me marcó
Muchísimas gracias Paqui. Me alegro que hayas captado la alusión de Momo…que gran libro!!!
Aayysss, ese tiempo pasado! Lo echo de menos, pero es tan bonito ver a los chicos independientes y sensatos… No me gustaría volver atrás, pero sí que todo fuera un poco más despacio
Es que tú los tienes ya criados!! pero te siguen tocando deberes 😉
Mi hija mayor tiene 15 años ya, y no nos hemos dado ni cuenta, así que con el peque intentamos saborearlo todo un poco más, y digo intentamos, porque ya tiene casi 27 meses y parece que fue ayer que estaba embarazada… Yo ahora estoy en casa, por lo que intento tomármelo con calma, pero ni así a veces… Así que aprovecho los momentos siesta (como ahora, en cuanto se suelte de la teta) para hacerme un cafelito tranquila y dedicarme un ratito antes de ponerme a limpiar o recoger…y lo que dices del cole, todavía me pasa a mí en el insti con mi hija!!
Así que mucha razón, hay que pararse un poquito a respirar, a pesar de los comercios, del colegio y de las prisas que tiene todo el mundo. Gran post!
Si, creo que con los segundos nos pasa a casi todos que eres más consciente de que hay que aprovechar
Yo hace tiempo que me lo vengo aplicando porque vivía en un continuo estrés. Y ahora vivo un poquito mejor. Y disfruto un poquito más. 😛
Pues enhorabuena!!! bravo por ti 🙂
A mi me pasa exactamente igual, desde que mi rubio está en el cole, es como si me saltara el año de septiembre a junio de una zancada. Acabamos de salir de la piscina y ya estamos ahogándonos con los polvorones, luego que si el disfraz de carnaval y en nada oooootra vez calor.
Yo hace tiempo que me apunté a esto del slow life, todo puede esperar y desde que tengo esa filosofía como que me gusto más jejejej
Verdad? vamos a trompicones. A ver si lo conseguimos poco a poco
Jo pues entiendo lo que dices, pero yo no lo veo así. Para mí preparar los adornos de Navidad en noviembre, o pensar con anticipación planes y disfraces es también slow life, pero porque lo hago feliz, sin prisas, lo disfruto, y como tengo tiempo de sobra, lo saboreo y lo vivo mucho más 🙂
Claro :-), teniendo tiempo se saborea más, el problema es cuando tienes que llegar a mil cosas y los días no tienen 48 horas 😉
Ayyyy slowlife dice.. Yo tengo la sensación de vivir en el día de la marmota desde que han empezado el cole. Todos los días lo mismo y a la misma, o mayor, velocidad Corriendo corriendo hay q hacer todo. Y los planes de fin de semana menos mal q no son tan intensos. Muchos nos quedamos en casa pintando o bajamos al patio común. Pero luego tengo la sensación de que hemos desperdiciado el finde. Y al final resulta que son los mejores planes. Ains que vida más rápida, leche..
Si, a veces te tiras la tarde en el sofá o jugando de tranquis y ya parece que no has aprovechado!!!
Totalmente de acuerdo. Yo ahora, lo estoy intentando aunque, por personalidad, me gusta estar sin parar. Vamos, qu a si hubiera estado en la Edad Media sería igual jajaja. Para mí slow life no es tanto cómo me lo tome, que también, sino poder comprar fruta cada dos días jejee. Gracias por el post.
jajaja, si, te pasa como a mí, pero a veces cargamos tanto la agenda que es agobiante
Genial post Sonia! Malditos señores fumadores…
ayer me tocó a mí ir a por hojas y estaban todas verdes! Así no hay quien le explique a la pobre que en otoño empieza a hacer frío
Verdad? A este paso navidad caribeña
Yo necesito slow life now!
Y como siempre toda la razón… pasa volando pero no nos detenemos a disfrutarlo
tú necesitas mucha life con los tres 😛
Muy de acuerdo contigo…
Yo lo he intentado mil veces, y la » slow life» sólo me sale en vacaciones, fíjate tú qué casualidad… Ains…
En cuanto quiten los turrones de los súpers ya estarán las flores y corazoncitos rellenos de bombones para los enamorados… Verás…
total, verdad? es que a veces me entra hasta ansiedad de ver como ventilan un año entorno a 4 días principales