Hoy es el Día Internacional de Concienciación contra el Ruido.
Entre tantos»días de» suele pasar desapercibido, sin embargo es un tema que nos repercute a diario y que podría mejorarse mucho si se educa desde pequeños. Tenemos conciencia de ser un país ruidoso, a veces hasta parece que presumimos de ello, sin tener en cuenta que el ruido afecta a nuestra vida diaria: al sueño, a la concentración, al stress, mayor nerviosismo…
En mayor o menor medida somos conscientes del ruido del tráfico o de los bares, pero ¿y a pequeña escala?. En casa, en la escuela, se deben tomar medidas: enseñar a no gritar; no arrastrar sillas o mesas; respetar el turno para hablar; minimizar el jaleo en comedores escolares; enseñar a escuchar los sonidos que ignoramos en la vida diaria.
Se pueden hacer muchas cosas: poner gomas en patas de sillas y mesas, mantener el silencio una hora y apuntar todo aquello que escuchan, semáforos de ruido, premiar a las clases más silenciosas en aulas y pasillos, mantener tonos de conversación bajos en casa, bajar volumen de TV o equipos de música, limitar uso de auriculares…son pequeños gestos que pueden concienciarnos de la importancia de este tema y evitar futuras generaciones con problemas auditivos.
4 Comentarios
No tenía ni idea de que existiera este día, pero desde aquí lo aplaudo. Es curioso, porque no me había dado cuenta de que somos tan ruidosos hasta que vine a Francia! En cambio, ahora cada vez que vuelvo a casa, cada vez me molesta más el no poder hablar tranquilamente en un restaurante o poder leer con calma en el tren…
Efectivamente, cuando salimos fuera es aún más evidente.
La mayoría de los niños yo creo, poco a poco…en mi familia también tendemos a hablar alto e intento ser consciente y bajarlo.
Ufff! Para nosotros este es un tema en el que no avanzamos. Por más que lo intentamos mi hijo tiene un tono superalto de voz!