Esta semana me vuelvo a unir a #ElTemaDeLaSemana, una carta a mi yo futuro.
Me hace gracia porque esta idea me rondó mucho la cabeza tras el parto de Piticli. Estaba tan sobrepasada, agotada y dolorida que pensé en escribírmelo para no olvidarme la siguiente vez que se me ocurriese tener un bebé. Pensé en enumerar las eternas noches sin dormir, las horas inacabables de lactancia, al principio dolorosa. El llorar por querer lavarme el pelo en una ducha de más de dos minutos.La sensación de soledad con todos esos sentimientos encontrados mientras tenía que sentarme en un flotador debido al recosido en los bajos tras un parto difícil. La idea de que algo hacías mal cuando veías esas fotos de bebés y madres vestidos en blancos linos en habitaciones soleadas y con un aura de felicidad y tranquilidad que me parecían tan lejanos como alcanzar Marte, mientras yo me tiraba días enteros sin salir de casa ,en chándal con manchas de leche y por supuesto con la teta fuera. Todo eso que no te cuentan en las charlas preparto, yo siempre he dicho que se deberían dar charlas para prepararte para el post parto, que te pilla de sopetón.
Un par de meses después pensé también en escribir a continuación que todo mejoraría, que la lactancia ya no dolería, las duchas se alargarían y aprendería a pedir ayuda a mi alrededor. Que Papi Malkovich había superado sus miedos al bebé y se apañaba estupendamente con él, que la familia era un apoyo, que mi grupo de mamis entendía todo eso que me estaba pasando.
No lo hice, pero esa «carta a mi misma» se me quedó grabada de manera que me lo repetí cuando nació Pitufona. Me lo repetí en las noches de gases o cuando al principio me volvieron a salir grietas. Sabía que todo tenía solución, sabía a quien pedir ayuda. Sabía que no pasa nada por una ducha un poco más larga, hay más brazos en casa para cogerla. Sabía que era cuestión de tiempo, que era un cachorro recién llegado a un mundo extraño y que necesitaba tiempo de adaptación igual que nosotros a ella. Sabía que porque me sintiera agotada o me quejase no era una malamadre y que esas fotos de instagram no son más que fantasía. Que debía atesorar todos esos momentos porque eran parte de la experiencia completa.
Así que esa fue mi carta a mi yo futuro que hubiese escrito mi yo del pasado. Un poco flash forward todo.
#ElTemaDeLaSemana es una iniciativa nacida de los @PapásBlogueros para toda la blogosfera. Queremos saber un poco más de ti, y que sepáis más de cada uno de nosotros. Por eso propondremos un tema semanal sobre el que reflexionar brevemente en nuestros respectivos blogs y compartiéndolo en este carrousel para llegar a todas y todos.
10 Comentarios
me ha gustado ese flash forward, esas cartas creo que no las deberíamos escribir siempre. Esta bueno recordar cada una de esas etapas
Creo que a todas nos pasa similar, lo que pasa que parece que es tabú hablar de esto y parece que todo tiene que ser ideal.
Lo temo TANTO… Has dado en el clavo, compañera…
Ay… Y qué cerca lo tengo otra vez…
Pues si, esa misma sensación tuve yo con las dos. Con la primera la sensación de nunca más. Y con la segunda la tranquilidad de saber que todo pasa…y que aunque todavía siga sin dormir en algún momento lo lograré.
Un saludo
És un proceso de adaptación, pero que vale la pena. Buen post! Feliz semana!
Felicidades por el post!! Eres una mujer y madre espectacular!! Un beso guapísima!!
Que va!tu que miras bien! Mil besos
Totalmente de acuerdo! pasas a ser un porta/alimenta bebés, menos mal que todo se acaba reconduciendo.
Creo que en el embarazo nos cuidan tanto que cuando nace el bebé y pasas a un segundo plano, además de todo lo que tienes encima te provoca ese sentimiento de «y yo que?» A mi me ha pasado tal y como lo describes, pero al final todo pasa ¿Verdad?